
TENDER A LA VIDA
Soy el mismo de ayer que exige la ternura,
porque he dado tanto como tú me has pedido,
pero no arrebatarte nada si no brota,
si eso sucede quiero que me mires.
Sólo tengo los ojos esperando tu llegada,
para hacer nuestro tributo y que el amor se multiplique,
nuestras manos tender a la vida,
expresándole nuestras gratitud por lo que nos ha dado.
Al tener la paz y el reposo,
ser poseedor de cosas pequeñas y grandes,
nos hace tener el goce,
de esos momentos de amor que nos hacen sentir el corazón.
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